Por Charlie "Comité Experimental CoEx"
El alcohol ha quitado vida y ha dado vida.
Mi mamá era alcohólica, murió de una intoxicación etílica. Nunca le perdone a los fabricantes del alcohol ni a los distribuidores, ni a los consumidores. Los aborrecí, pero resulta que por haber sido hijo de una mujer con el problema heredé el vicio. Y tanto en las alegrías como tristezas el alcohol era el protagonista, me metió en problemas, dividió a mi familia y por poco acaba con mi salud y de paso con mi vida.
Iba a Fútbol y sin importar si el equipo perdía o ganaba al final había fiesta y por su puesto licor.
Estaba ciego frente a la enfermedad que tenía y solo cuando toque fondo fui consciente de que necesitaba ayuda. Aceptar el problema es parte de la solución del mismo.
No hay excusa todo en exceso es perjudicial, pero una copa puede ser la diferencia, al conducir, al ira a casa y maltratar a los que uno quiere, o al comportarse en público.
En medio de todo vi como los chicos se aprovechaban de las chicas que tomaban mucho, por eso me dolió la revelación que una vez me hiciera mamá sobre que yo fui concebido por obra y gracia en una de sus borracheras, me desilusione tanto y de tal manera que acudí a una licorería y la destroce y con esa misma rabia tuve que pagar con cárcel y con dinero mi culpa.
Yo invito a todos a ser conscientes de este problema, y alzo una copa de agua a su salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario