Por MALEV
"El amor puede generar la guerra. La guerra puede generar amor"
El gran César nos advierte que hay que caminar en línea con los postes de energía por si llegarán a disparar de atrás, nos invita a cubrirnos entre las sombras y en las esquinas revisar de lado a lado.
CESAR: Si se escucha la detonación es que se sigue con vida, hay que agachar la cabeza, la velocidad del disparo vence a la del sonido...
CHARLIE: Y nosotros los atacaremos con Psicología, les amargaremos el rato, les haremos gastar pólvora en vano...
TAPITA: El desconcierto también mata...
ALEJA: Somos nosotros los que nos inventamos a los enemigos...
Allá en la loma comienza a roncar una ametralladora, chispea las balas y el eco fantasma es hostigante.
CESAR: El éxito esta en la sorpresa, así que silencio...
CHARLIE: Se me ocurre una poesía a son de oración... dice "Señor tu que estás en los cielos envíame a la callada muerte en forma de mujer o ángel-mujer con tetas grandes, rubia y vagina dilatada amén...
TAPITA: ... Shhh!
El ronquido de la ametralladora se calla, los últimos disparos se pierden cual luciérnagas en la noche inmensa y entonces el gran César se alza en vilo y recita a la vez una oda elemental a los cielos en voz alta:
Bendíceme Señor con tu soplo que da vida,
y con tus pedos que nos la quita,
arrecia el aguacero de balas y bombas,
haz arder el mundo para que los pobres
tengan trabajo,ya no envíes el diluvio
que estos perros saben nadar...
No alcanza a terminar y la ametralladora comienza a roncar y el cielo a crepitar un diluvio que hasta hoy no para en nuestros corazones, ese día no era nuestro turno de morir y sin embargo a nosotros la muerte nos viene haciendo los favores, hemos contado con suerte, aunque aún andamos buscando la bala pérdida que nos sentencie al más allá, ya que no queremos morir de cáncer, menos de Sida, ni morir en una cama, deseamos morir de pie y caer y caer, y caer...
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