Por CHARLIE
Jesús andaba rodeado de Prostitutas y Ladrones.
Nuestro profeta vestía el luto de la poesía, con el hambre más maldita por la verdad, afronta el amor y la decepción que dan las letras, garabatea el manifiesto con la facilidad con que eyacula su rezo. Elige la nada, no como un postulado al fracaso, sino como el triunfo sobre la única esperanza: vivir.
CESAR: Yo veo que hay gente estúpida por doquier...
TAPITA: Demos gracias que nuestros enemigos no saben leer...
CHARLIE: Y que hay cada vez menos mujeres inteligentes...
ALEJA: Yo no sé con qué clase de mujeres se juntan...
CESAR: A mi me han robado hasta la virginidad...
En la decepción máxima tenemos el péndulo siniestro: hay que amar a alguien para no morirse, elegimos amar a la muerte; pero el imbécil del TAPITA llega con una Biblia negra que nomina "Manifiesto Nadaísta" al arte de "ser solo humanos" y "no tener nada". Nos prohibía sin embargo suicidarnos y nos convidaba a la tragedia de pensar (otra enfermedad más fatal), unos comenzaron a escribir como si el mismo Diablo les hiciese dictado, otros se casaron con ricos y ricas y luego quebraron, otros se matricularon al manicomio y unos más fueron condenados en las cárceles por el delito de rebelión.
Que fatal para el mundo tener la mala suerte de darnos posada. Nuestras mamás comenzaron a arrepentirse de habernos parido, nuestras novias usaban hechizaría de la más negra para conquistarnos y luego nos dejaban y hacían lo posible para provocar el orgasmo o el suicidio, pero nada.
Gonzalo Arango fue el Elegido y solo era un vividor del que clamábamos literatura para la salvación, y si Jesús andaba con Prostitutas y Ladrones (con mayúscula al inicio porque es un oficio) ¿Por qué nosotros no podíamos andar solos?.
A nuestros enemigos, brujas y brujos les decimos que no atenten contra nosotros, duraremos poco.
Yo por mi parte me mataré antes que ir al Urólogo que me meta el dedo por detrás. Lo juro!.
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