Por Irene Valer
Vivimos conjurando la casualidad. El amor y el beso.
Tenemos todo pero sufrimos por lo poco que tenemos.
Deseamos demasiado y estamos completos.
Si sufres iguala tu situación a la nada y hallará confort.
No escatimes en hacer lo que hoy te gusta ya que es lo que tienes el pasado te aplaco y para el futuro solo una resurrección tardía un fantasma.
Aplaca tu ira con el conocimiento.
Y tu felicidad es que nada te pueden quitar porque nada tienes de todas maneras "Nada es de nadie" (Frase del Profeta Gonzalo Arango)
Tus hijos no son tuyos son de la vida, tu solo serviste de intermediario.
Tu sueldo no es tuyo porque ya lo debes.
Tuyo es tu ombligo. Nada! tu sexo le pertenece a otro, cuyo sabor lo lleva en los labios.
Tuya es tu tumba de la que quizá se roben la lápida que tendrá una poesía genial que se te ocurrió un día y que si la hubieses enviado a un concurso se ganaría el suculento premio en dólares.
Tu eres el asesino del otro en lugar de ser el asesino de tu ego, todos matan, pecan un poco y luego temen al infierno (Que son los demás según Sartre).
Le temes a la soledad como cualquier mortal, a la ausencia de pan, al cáncer, al Sida y a la gonorrea o a la Sífilis tardía... temes a quedarte ciego/a y no contemplar lo suficiente.
Instigas la calma de tu espíritu con cosas que aún no han pasado, deshojas margaritas para saber si te quieren, te comes mientras tanto la carne de la vaca, la leche de la vaca, a la gallina y a sus huevos (Dice el César que comerse un huevo es como comerse un óvulo)...
Alzas la voz cuando quieres tener la razón y silencias cuando tu necia experiencia no sirve de mucho.
Madura ya! tienes vello entre las piernas y una saciedad por tirarte al mundo (no tirarte de él). Allá en la penumbra te esperan en recuerdo los que quisiste aprovecha ahora porque si mueres ya no habrá nada.
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