Por MALEV
A César siempre le gusto pelear por todo y ese día le quebraron dos dientes, e iba escupiendo sangre, pero no tanto de las encías sino que por tanto molestarse con la lengua los trozos de los dientes, se la termino cortando. Charlie le dice que el secreto es ponerse una piedrita en la boca para evitar que la lengua se desvié, pero el torpe se coloca una muy pequeña y termina tragándosela.
CHARLIE: Hay que buscar un sana muelas...
CESAR: Ni loco yo no voy al Odontólogo ni gratis...
TAPITA: Para qué si en la siguiente pelea te igualan las muelas...
CESAR: Si, hay que seguir guerreando...(Sale corriendo)
Cuando aparezco en el hospital mis ojeras son evidentes, pero prima mi preocupación por César, los demás me miran como si fuese yo la portadora de las malas noticias, de una habitación sale un Cura, y entiendo la situación mi amigo quizá agoniza...
Pero caigo en cuenta que la devoción de César no es confesarse, ni ser devoto de alguna religión y entonces me atrevo a preguntar sobre qué había pasado...Nada!... dicen mientras el César aparece como resucitado todo golpeado pero con el fatal diagnóstico de que fruto de haberse tragado una diminuta piedrita tiene una infección intestinal que derivo en una diarrea y por tanto en una crónica deshidratación... por lo demás bien.
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