Por XervanteX
"Me siento como si la vida me hubiera soltado de la mano... existo al vaivén, ni siquiera escribo mi obra maestra... uno es un tramposo hijo de puta. Uno se aplaza, uno se muere cada día en el reloj suizo, uno es un suicida." Gonzalo Arango
Yo descubrí una foto de Gonzalo Arango en un libro de religión, yacía allí su imagen como ejemplo de trasformación y arrepentimiento. El sistema que siempre atacó Gonzalo ahora lo usaba para sus tretas, una especie de reclutamiento perverso.
Pero como decía mi amigo César "a uno, una mujer le muestra las tetas y se le olvida hasta el catecismo" hallamos algo más divertido que el sexo mismo, que el vicio, que el sol, que Dios. ¿Qué era?... La literatura.
Una mujer puede decirte que te ama pero ella misma no saber qué es eso del amor. Pero con la literatura fue un amor a primera vista (o bestia), y muchos concertaron en que eso no era imaginación sino pura mentalidad televisiva (ya que mi niñera para desgracia mía había sido la T.V.). Yo digo que fue la suma de todo (y nada).
No creo que yo sea un escritor, más bien he creído que estoy enfermo.
El Nadaísmo fue algo con lo que tropecé para salvarme, para salir a flote en la adversidad, ya que nadie me dio razón de para qué había sido convocado en este mundo, ni qué debía hacer después...
La explicación máxima la hallé en los rezos del Profeta Gonzalo Arango, la tragedia, la desazón, la pobreza y la flaqueza... Gracias al Nadaísmo no me suicidé y sigo vivo y amo mucho lo que tengo (así el diagnóstico no me favorezca)... aprender es lo que importa siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario