Por XervanteX
Hubo una opinión sin embargo que lo cambió todo, y es que en respuesta a la incertidumbre y de plano al absurdo de vivir preciso era que el ser humano tan pronto como viera la luz de la razón debería tomar una decisión: o seguir adelante creciendo, reproduciéndose y muriendo (como planta) o de una vez optar por el final de su ciclo.
Bueno esto de parte y parte porque tanto hombres como mujeres son muy distintos y era preciso que las damas tuvieran más puntos de elección ya que su concepción del mundo parece a su gusto más fascinante.
Si dadas las premisas de los cautos filósofos y pensadores una vida que se va también daría la posibilidad a una vida que viene. Pero ocurre que el ciclo esta descompensado y es inherente que ocurran desgracias para que la carga se nivele.
Métodos para morir existen los que quiera, pero la vida siempre se va a originar de esa misma y única manera, las armas vienen a confirmar que la vida no significa otra cosa que un escape frecuente de la muerte y la posibilidad que en menos de un segundo una carga potencial pueda cegar cualquier designio por seguir sobre esta dimensión.
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