Por Alexis M.
La estupidez a veces nos aproxima a la felicidad.
La primera vez que cogí un libro fue para prender candela.
En mi primera comunión me atore con la hostia que se me pego al paladar, ya tenía material para la próxima confesión:
- Señor perdóname porque he pecado, le he visto la entrepierna a la muñeca de mi hermana "con ganas"... y he escupido la hostia sagrada...
Yo estoy arrepentido de existir, pero la culpa no la tengo yo. La culpa la tiene mi mamá y mi papá...
Por eso creo mamá reza tanto... para salvarse... porque me trajo al mundo sin haber consumado la relación ante Dios... bien dijo mi Profesora de primero de primaria que yo parecía un Demonio...
Mamá se la pasa repitiendo ese dicho de "cría cuervos y te sacarán los ojos"... ella reconoce la culpa por habernos mal educado...
"Hijo, tu quieres ir de veras al infierno? dice mi tío y yo le digo que "si" y en eso pita la tetera sobre el fogón y me digo "así debe de sonar el infierno"...
De rodillas con el Catecismo me preparaba para mi paraíso donde estaba Eva con su manzana desnuda ansiando la serpiente... Es que algunos se labran su infierno y lo tratan de arrastrar a uno... siendo que uno en cualquier lugar es un santo.
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