Por César V.
Nadie se quiere morir la víspera, aquí existen tantas cosas que aún nadie ha disfrutado.
En un pestañeo la vida se va, y el amor también, nadie los puede contener. Unos se quieren, otros se lo dicen pero para todo hay una salida: el abandono.
Hay que saber renunciar, abandonar, despedirse, si nada es nuestro, nunca jamás lo fue.
El amor debe ser recíproco, entregado, dispuesto al sacrificio, si ocurre, hay que valorarlo, pero si se acaba se debe sacar el máximo provecho posible, no hay que defraudarse por lo que pudo ocurrir luego, hay tanta gente en el mundo teniéndolo todo y queriendo más...
Si hay algo hay que aprender en el mundo es que las cosas se pierden, nunca se ganan eternamente.
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