Por MaLeja
Nunca me he opuesto a que se diga la verdad, sin embargo todos tenemos nuestros secretos y de verdad somos vulnerables a que se nos califique o juzgue por no decir las cosas a tiempo o mejor por no decir nada o lo más trivial mentir. Las publicaciones de nuestro amigo Emilio Suárez no son pretenciosas y le he concedido libertad para relatar a su albedrío las cosas como sucedieron, me incomoda si esa connotación machista y deliberada que se le otorga al género femenino, no escatimando en valores sino más bien haciendo alarde de un portentoso dominio y orgullo.
También es de aclarar que la mayoría de hechos colinda con la esmerada imaginación de sus autores y que nunca fue llevada a cabo ninguna acción que dañara o afectara a otra persona, o a su propiedad o a un animal, planta o similar.
Quizá en forma deliberada se ha aplicado alguna astucia heredad de poetas y escritores eróticos que resalte la escena amorosa pero que guarda como ya dije antes fidelidad a la imaginación del autor.
Agradezco la incursión del magnifico Charlie y el locuaz Alejandro para balancear estos escritos que son reflejo de lo que vivimos en aquellos años que esperamos jamás nunca olvidar.
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