Por MALEV
El primero de septiembre de 2015 una llamada desconocida entra a mi móvil, me tengo ya prometido nunca contestar a números desconocidos pero algo en el fondo me dice que está llamada en particular es especial, contesto con un "hola" y al otro lado una voz masculina reclama "acaso olvidaste a los amigos" mi corazón salta y la conmoción es mucha, sin duda mi cerebro se ha equivocado al procesar el tono de voz.
Emilio Suárez ha aparecido. Las últimas noticias que tuve de este amigo fue que junto a su mamá se habían ido a vivir a España. Y aunque mi emoción es mucha sin casi saludarle le cuento de la fatídica desaparición de nuestro amigo en común César, no quiero me reclame luego por parecer fría y reservada.
Pero se limita a decirme simplemente que lo sabe y que guarda el recuerdo del amigo perdido. Sin embargo mi duda es el cómo logro ubicarme; a esto me responde con un sincero "he seguido sus textos" y me supongo el milagro de la literatura se da en este contraste cuando logra conectarnos.
"El Cabo" como le llamamos a Emilio por haber prestado servicio militar obligatorio y haber llegado hasta ese rango tiene una y mil historias que contar, y no veo la hora de anunciar a los otros amigos de su aparición repentina, pero él me corta la palabra cuando dice que ya ha hablado con algunos de ellos y entonces aprovecho la ocasión para invitarle a que comparta a través de mi Blog sus aventuras a lo que él sentencia no ser escritor pero que con la intención de no dejar que los recuerdos perezcan se sacrificará por todos.
Así que durante este mes van geniales aventuras contadas por un hombre de mundo y de guerra...
Emilio Suárez ha aparecido. Las últimas noticias que tuve de este amigo fue que junto a su mamá se habían ido a vivir a España. Y aunque mi emoción es mucha sin casi saludarle le cuento de la fatídica desaparición de nuestro amigo en común César, no quiero me reclame luego por parecer fría y reservada.
Pero se limita a decirme simplemente que lo sabe y que guarda el recuerdo del amigo perdido. Sin embargo mi duda es el cómo logro ubicarme; a esto me responde con un sincero "he seguido sus textos" y me supongo el milagro de la literatura se da en este contraste cuando logra conectarnos.
"El Cabo" como le llamamos a Emilio por haber prestado servicio militar obligatorio y haber llegado hasta ese rango tiene una y mil historias que contar, y no veo la hora de anunciar a los otros amigos de su aparición repentina, pero él me corta la palabra cuando dice que ya ha hablado con algunos de ellos y entonces aprovecho la ocasión para invitarle a que comparta a través de mi Blog sus aventuras a lo que él sentencia no ser escritor pero que con la intención de no dejar que los recuerdos perezcan se sacrificará por todos.
Así que durante este mes van geniales aventuras contadas por un hombre de mundo y de guerra...
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