Por Alejandro
Con un libro bajo el brazo subimos a la cumbre.
Mientras el sistema trataba de gobernarnos con sus normas tétricas que decían que deberíamos estar dispuestos a hacer nuestra labor natural: eyacular. Nosotros nos desviamos por la tangente y caminamos exigiendo a las mujeres mayor educación sexual, porque estaba bien ir a acostarse y tirar por tirar, pero hay que encontrar la esencia en cada acto humano. Por su puesto las mujeres nos acusaron de fomentar la pornografía y el acto violento.
Y es que el sistema promueve la reproducción en cadena porque esto beneficia a la sociedad, más consumismo, más ignorancia y más violencia. Los ricos tienen a quien venderle sus planes. Y la gente casada protesta menos y se cuida más.
Nosotros en cambio sin nadie que dependiera de nosotros pudimos dar la cara al sistema y fuimos condenados a la cadena perpetua, mandaron a decirnos, mejor a exigirnos, que nos casáramos, que tuviésemos hijos y que nos condenáramos a callarnos de por vida.
No, nada, ni muertos!. Le prendimos fuego al basar y sacudimos el polvo en sus caras. nos encargamos de los niños abandonados y los educamos para desestabilizar el sistema, para no hacer las mismas rutinas, para no repetir la historia y parecer víctimas, ahora mismo esos chiquillos y chiquillas ya gobiernas sobre sus hormonas y neuronas y son capaces de desbaratar un balín.
Requiem in paz mom a mu.
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