Por Alexis Mendoza
Otra vez enamorado. Suena a decir - otra vez enfermo - ¿qué remedio queda?. Hostigo sin embargo el carácter egoísta de la relación, cuando uno dice sí a una mujer les dices no a otras mujeres. No sé qué sucederá después, uno es un imbécil enamorado y no digo como Platón que decía que dizque uno se convierte en Poeta ¡patrañas! uno es un animal en la cama, un galán en las citas, un maniquí todo el resto del tiempo, pero además es FIEL. Estoy muerto de miedo, no tengo dinero, ni soy capaz de pedirlo a mamá, ¿qué le debo decir? que soy un mantenido, un tipo que para pasear a la novia tiene que pedir permiso y plata a la mamá, así el amor no es tan genial. Por entre una vitrina del centro de la ciudad me quedo viendo los chocolates, en una heladería veo sonrisas y en un prado dos se besan y yo que voy para donde mi nueva novia a proponer el plan de ir a ver pasar autos por entre el puente. Jua! jua! jua! se ha de reír ella, pero esta vez le voy a hacer una magia ¡ya verán! y claro cuando estamos en el puente me le escapo me subo al travesaño que se mueve como un péndulo y expongo mi cuerpo al vacío... aaaaaaaahh! grita ella más de miedo que de asombro... después le explico que yo aunque no sea el hombre que ella imagina soy un artista dispuesto a ganarme a cualquier costo su felicidad, pero ella en el fondo piensa que soy un tonto, sé que un día me va a dejar, pero después de todo soy un artista y eso nadie me lo va a arrebatar, volveré al puente y me lanzaré a caminar por entre las nubes... a soñar.
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