Por Alexis Mendoza
Uno que por la vida va cargando su cruz, a veces teniéndolo todo y quejándose, y otras no teniendo nada y sonriendo o llorando. No sé por qué el humano es egoísta en absoluto. Las mujeres no comparten el secreto de su intimidad ¡son tan herméticas! y por curiosidad cae el gato. Ya venimos siendo demasiados y nos sorteamos en la vida como dados: al azar. No comprendemos la existencia, aquí hay mucho relegado a figurar como adorno, a colmar la tierra del nunca jamás de existencias inútiles, pero ¿cuál es el éxito?: comprender que aquí estamos para ayudar y que al fin no terminamos llevándonos nada, por lo tanto la palabra "mío" no prevalece.
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