Por Alexis M.
Hay un loco, un sabio y un traidor ¿cuál eres tú?
Merecí tu tiempo y tu caricia cercana al vacío entre lengua y paladar "¿a qué sabes tú?" a tomates maduros... tu fuego, tu aura impregnada nada más de tu piel cerámica y tu beso duro, hasta que explotas en mil predicamentos para asesinar esa rutina y esa soledad. Éramos dos frente a frente y solo había que hacer un nudo entre piel y piel. Quiero traspasar tu mirada para saber si me permites ir más allá del roce...sin embargo no me conoces...
Soy una huella en el pavimento fresco, alguien que es mejor junto a ti, que se retroalimenta, que se equivoca pero que siempre quiere besar tu entrepierna y tu ángulo celestial para hacerte a un orgasmo que es lo máximo en la vida... pero si no te gusta dímelo y huiré y me iré a estrellar con el mar... es una lástima que no hayan construido puentes más altos acá en la ciudad...
A veces me despierto buscándote en la inmensidad de la noche, a veces es la fragancia, a veces tu pensamiento que me llama, ya eres tan ajena, tan lejana a mí que me defraudo por pensar demasiado en ti, mientras los demás me dicen que debería preocuparme un poco más por mí... que encrucijada.
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