Por María Alejandra Erazo Vega MALEV
Un amigo que tuvo la suerte de ir al polo sur se entrevista conmigo viendo mi interés en saber sobre lo que pasa en el fin del mundo "justamente eso" me dice tácitamente, se explica diciendo que el hielo se derrite por doquier, que el mundo esta condenado a desaparecer. Se hunde en una especie de sentimiento crítico y comienza a llorar como un niño, yo sin embargo creo la experiencia supero sus fuerzas, pero siendo consciente de todo lo que ocurre hoy en el mundo precisé era verdad. La vida florecía en todos lados, pero este pedazo de tierra quizá esté al borde del colapso, de hundirse, como miraba a alguien decir con desesperación "ojalá Noé hubiese naufragado". La verdad lo siento por todos nosotros los humanos cuya razón nos proclama como la especie superior y la más dañina, triste es saber que aún después de haber inventado tanto nos falto por hacer algo para nuestra salvación.