Me despierto con una erección terrible estoy solo, duermo con dos almohadas y no sé quién ocupará la otra.
Soy un mantenido, vivo con mis padres, soy un profesional de nada y solo me preocupa si habrá un mañana para escribir boludeces de nuevo.
Después de asearme y desayunar algo voy por la calle y se me acerca un perro negro que a mis espaldas comienza a aullar, me sigue y trato de ahuyentarlo.
Al llegar a casa me topo con la vecina, una chica fenomenal que para alegrarme el día se ha vestido con una ropita muy ceñida que deja ver una silueta perfecta, no alcanzo a desenfundar el celular para tomar una foto.
Me pongo a navegar en la Internet y descubro que una de mis ex novias posa en una foto con su última conquista, un tipo que de lejos se ve que es un gay reprimido, me dan ganas de comentar la foto y ponerle que me alegra mucho pero en realidad estoy destrozado.
Salgo al balcón, la vecina se asoma con reverenda ruana sin darme lugar a un mal pensamiento.Me tiro a la calle otra vez con la idea de irme al mar y alquilar una barca e irme a lanzar al centro del mar y de una vez dejar de existir.
Al volver a casa hay una chica, es una gata la reconozco de alguno de mis paseos fortuitos por el vicio, me dice que va a tener un bebé y que pueda que sea mío. Me duele la entrepierna.
La vecina de repente sale en su ropa pegada a su cuerpito, creo está intentando enterarse de algo. Despido a la chica con un hábil - me cuentas cualquier cosa - como si el asunto fuese sin importancia. Esta vez si desenfundo el celular y sin la mayor vergüenza le tomo la foto, pero a todas estas se da cuenta y me enfrenta con la noción de que soy un degenerado, mi respuesta es una carcajada inverosímil, cuando se cansa se da vuelta y entra a su casa aprovecho para mirarle el culo.
Esta noche no dormiré tan solo, la foto de la vecina estará a mi lado. Que ¿qué haré?, no lo sé. Se pueden hacer tantas cosas en la vida incluso enamorarse, ya veremos.
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