Por MALEV
Yo que tripulo con ustedes este mundo, critico la desmedida ración de noticias y "homenajes" que se desplegaron a penas se conoció la muerte del único Nobel colombiano Gabriel García Márquez, hasta evidencie el grado de cultura de los que se atrevieron a decir que ni siquiera sabían de su obra. Pero aún más doloroso es saber que García Márquez era partidario de la educación como instrumento para hallar la paz, sin embargo Colombia lo defraudo una y otra vez en ese aspecto.
Este lunes y quizá hasta los primeros días del mes de mayo e inclusive en la feria del libro habrán personas aprovechando la pauta para negociar las obras del Premio Nobel de Literatura, quizá venga el mundial de fútbol y borre el recuerdo que tratan de grabar en la mente los medios de comunicación, ya veremos en las subastas negociar los autógrafos del desaparecido maestro, se hablará de la obra póstuma que se perfilara con un récord de ventas y en la mayoría de casos ni se leerá sino que irá a adornar anaqueles vacíos.
Mi amigo Alexis Mendoza un día apareció con cara de cadáver con la obra Cien Años de Soledad en sus manos sentenciando que la soledad era más terrible que la muerte, quizá fue por eso que pego el brinco y se fue del mundo antes de que la vida le condenase a vivir cien años como su abuela la que rogaba alguien se apiadara de ella y le ayudara a morir, pero que allí va de queja en queja navegando sola su últimas aguas en la búsqueda de un final feliz.
Durante la semana que viene a son de la memoria de un gran Periodista y Escritor estaremos vaciando algunas letras pero no con la pretensión de valerse de la muerte para causar conmoción sino más bien para que no estemos tan solos si llegamos a los cien años.
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