Por XervanteX
Sin remedio vine aquí, a un mundo lleno de dudas y de gente, y te vi a ti, llena de mundo, y me enamoré y y por fin quise a alguien, y deseché ese mundo, me importó el beso en la boca, tu beso, tan comprometido, tan espiritual, y me perdí en tu cuerpo, y amé y me arriesgué a lo que eso significaba. Y me expuse al dolor, a la duda a la siempre ruleta del azar, aunque bien dicen que el amor no es un juego, yo no supe a dónde más mirar, ya he muerto y he resucitado muchas veces, la mayoría de veces aún te recuerdo. Impacte contra la desidia de un pueblo que no soporta la verdad, que nos quiere ver necesitados, que quiere causarnos dolor y sufrimiento y que como otros, calcemos como piezas de rompecabezas, yo vi sufrir a otros y para allá me fui. Dice el Profeta Gonzalo Arango que la fatalidad es creadora y es cierto, perdiendo todo fue como encontré de qué estaba hecho y entendí que vine al mundo porque otros quisieron, y fue para conocerte a ti y saber que estas allí, que eres mi tormento y mi último pensamiento si llega mi momento.