Por Kely Díaz
No es frecuente que un hombre cumpla su fantasía de estar con dos mujeres a la vez, pero en esta ocasión hemos querido intentar hacer prosa y poesía en un trío, y no cualquier clase de escrito literario, ante la exigencia hemos fabricado un tipo de prosa y poesía erótica distinta, educada pero ensamblada también para lindar con lo sensual. Hacer esta tarea no fue fácil ya que la incomodidad lindaba con el deseo de cada quien, fue difícil hacer cada pose e indiscutible que cada verso se arreglara y provocará en cada quien y a su gusto éxtasis.
Quizá el sexo si sea algo fácil hoy, tirarse en la cama desnudos no es la gran cosa, así como excitar las gónadas tampoco, pero es gran mérito convocar al amor, al deseo y al disfrute tranquilo de sentirse en plenitud y liberarse al otro, sin ese grado de culpa, sin que se medie la intención de hacer daño al otro, sin cálculos, ni rivalidades, solo así se sabe llegar al orgasmo y se puede luego hablar y decir qué tantas ganas hay de repetirlo.
Agradezco a mis amigos Alejandro y Brandy que se prestaron para hacer esta locura en medio de un escritorio sustituyendo la habitual cama y disfrutando de los versos que a cada quién se le escapaban para lubricar y hacer más placentero el acto de pensar. Si yo dijera fue una orgía de letras me quedaría corta, pues el gusto estuvo en tratar de adivinar qué había en la mente de cada uno y manifestar a gusto el encanto o bien preferir el cambio.
Bienvenidos todos a esta aventura.
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