Por XervanteX
Un arma puede ser usada de diversas maneras, si bien su objetivo es causar daño a otro en defensa también se usa para afectarse a sí mismo/a. Pero en el compendio judicial, en donde el delito empieza se hace una fenomenal deducción: el uso del arma se hace en un momento de debilidad e imposibilidad de triunfo sobre el otro. El arma es una ventaja.
Lo que pervierte el sentido del uso de armas es que desde su uso las víctimas o se puede decir que los inocentes han aumentado. Pero el sistema ha dispuesto una línea de justicia en el que la incitación al odio, y la defensa obvia protege al sujeto armado, entonces o es que las armas están en las manos equivocadas o es que la explicación más simple es que es difícil controlar que un arma pase de una mano a otra.
¿Quién se cree con derecho a quitar la vida a otros ser?
Un sistema de castigo instaurado por la gravedad de los hechos que condenan a la pena de muerte, la permisividad de tomar la justicia por su cuenta pero con el dilema de que si se equivocara se le condenará con la misma energía y suficiencia como a el delincuente.
Existen armas mucho más poderosas en los confines del saber y el conocimiento futuro.
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