XervanteX
Nadie nos consulto previamente ni advirtió, la vida ya nos era impuesta.
El papel de las damas entonces era no solo el de garantizar la permanecía de la especie sino que además estaba implícita la misión de otorgarle al viaje por la vida todos los "peros" posibles.
Me disculpo con la élite feminista y quizá no sea mi intención esto pero al humano lo mueve es el deseo.
El pretexto perfecto es que en el mundo no hay más qué hacer y es virtud del mundo enrolarnos en un sin fin de predicamentos que van desde el vestir hasta la saciedad del hambre e incluso el encuentro de la aceptación del prójimo.
Seremos privilegiadas al explorar estos confines buscando una verdad desalentadora del qué hacemos existiendo de esta manera ocupando a largo plazo un tablero de fichas que alguien mueve o confiando en un destino llegando a la certidumbre de que esto carece de sentido.
Por eso es importante el quehacer de las damas, en el sentido de que ellas son las llamadas a ser quienes cuidan a sus congéneres y se puede decir que sacrifican su tiempo en esa tarea.
Pero aquí la prédica ¿y si esas damas enfocarán sus fuerzas y visión hacia otras tareas? y si los hombres hubiésemos menospreciado las secretas fuerzas de las damas.
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