Por Charlie
Ayer tembló, hoy ya no.
Serpenteo por mis ruinas como un vago elemental por tus piernas y hasta arriba, me prohíbes todo. Me gano el derecho a un bocado, desisto, voy por allí buscando una causa justa por la que morir. Esa misión me la encomienda el Capitán de todo.
- Mario ¿Vos qué pensas que hay en el más allá? -
* Naá mijo quizá hay mujeres buenas y sexo ventiaooooo
Hoy creo lo que hay es un Internet tan veloz como el pensamiento, pensas en una vieja en pelota y ¡zas! la tenes...
Llego en mi vagar a un edificio que colapsó y hay gente adentro sacando a otra gente, en mi borrachera se me ha despertado un supero oído, y comienzo a nadar por los escombros haciendo caso omiso a la gente que dice que ya el edificio esta vacío.
Era como aquella vez con el César allá en la comuna cuando quedamos los dos ante un combate y habían disparos de lado y lado y nosotros tan desarmados como cuando vinimos al mundo y el César decía que si escuchas el disparo es que sigues vivo y con razón pues la luz es más rápida que el sonido, ¡pero qué va! el siguiente disparo puede traspasarte la cabeza en segundos ¡uno! y muerto.
Y sigo contándoles de que estaba borracho nadando por los escombros y alguien me jala de la pierna y me quiere rescatar y yo con esa sed de ser héroe, de servir para algo; divisó de repente una mano y jalo...aaaah! y me jalan aaahhh!
De lo que no soy consciente es que el edificio que colapso es en el que yo mismo vivo y que los señores agentes dicen que fue una explosión la que hizo que la estructura se fuera abajo, un vecino dejo abierta la llave del gas (supongo fui yo), y por lo demás no soy héroe porque la mano que jalé era de una muñeca inflable que algún degenerado tenía entre sus haberes (que podría ser yo).
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