XervanteX
Llegas a mi puerta y te pones a hacer muecas,
alguien te querrá después de mi. ¿O a mí?
sabrá el cielo si esta devoción tenga un fin,
siempre que te dejas esperar yo muero.
Exploras mi habitación por señas de infidelidad,
me abordas protestando amor pero es buscando
otro aroma que te de la noción de no ser la única,
luego explotas en una ebullición confiada y callada.
Te pierdes entre sábanas y juegas a estar perdida,
me miras desde tu trinchera vencida a pálpitos,
caes rendida en mis brazos y emerges excitada
cuando mi amor te soborna el alma y te compra.
Placer, sensación, nada es bastante para los dos.
Y si en la guerra todos pierden,
es en este amor que ganan dos.
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