XervanteX
La doña ya no soportaba el ruido
venido desde la acera del frente
éramos nosotros discutiendo
la filosofía de Sartre o Goethe.
Llamo la doña a la autoridad
pero los patrulleros amigos eran
se fueron alegres sin cantaleta,
y la doña brava la vieja cuchufleta.
Sale el gran César a invitar a la doña,
y si tiene hija, nuera, hermana o nieta
a bailar al frente de su casa amoblada,
a festejar la vida y no quedarse dormida.
Sale la doña con sus amenazas
el César se le adelanta y le dice:
Señora que usted no vende su casa?
- Para qué - dice ella - si se puede saber...
y el César "Para derrumbarla y hacer un motel"
Más luego el César cumplió su palabra!
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