Por MALEV
Desde los doce mil pies de altura esta Colombia se ve tan diminuta y sin embargo allá abajo persisten los problemas y una guerra que no cesa y quién sabe si el dichoso proceso de paz prospere o sea solo una excusa o engaño para que pase el tiempo y todo siga igual o peor.
He realizado un llamado a mis amigos Literatos a levantar siquiera un grito porque si bien hablan de que en Venezuela la situación no levanta cabeza acá en Colombia lo que no levantamos es la protesta. Fui a el extranjero y me dio lástima la versión que tienen allá de mi patria: un nido de corrupción y violencia. Vuelvo a mi país y lo encuentro en pleno carnaval de escándalos y celebraciones por tener a la mujer más bella del planeta pero yo digo también tenemos al hombre más peligroso del mundo.
También me encuentro que mis amigos no han siquiera preparado su lista de proyectos para este nuevo año, y esta situación me tuvo al pendiente hasta ayer que recibo la feliz noticia de que el Blog de Los Indomables va a cobrar vida para el siguiente año, y que los contenidos ya esperan ser seleccionados y subidos. Mi gratitud a Alejandro por permitirme publicar en mi Blog sus 24 versículos de "Memorias de un Contador Nadaísta" y a la Doctora Aleyda por conseguirnos patrocinio para emprender esta tarea.
Asumo mi carga de culpa y de responsabilidad y es que estando afuera de este país y viendo a la gente de otras ciudades ser realmente felices como se puede vislumbrar la dimensión de lo que sucede en el calificado país más feliz del mundo: mujeres maltratadas, niños maltratados, hombres maltratados, odios y amarguras por todos lados, nadie está contento con lo que tiene.
En el país de los programas concursos, de los shows mediáticos, en el país del realismo mágico, de la cumbia y el joropo, persiste la envidia, el egoísmo, la indiferencia, y quizá sea verdad eso de que entre más ignorancia exista más feliz se es, ojalá sucediera al contrario.
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