Por César Vélez
Yo soy hijo del alcohol, mis papitos un día se embriagaron y me hicieron.
Eso fue lo que me dijo mi Abuelo... Pero no protesto por el amor libre y espontáneo, mi protesta se eleva porque el alcohol lo producen y distribuyen los ricos ("y es que vos serás muy pobre" oigo clamar), pero mi proclama se levanta en la medida de que he perdido a amigos muy queridos por culpa del alcohol... unos que se fueron tripulando un auto al más allá, otros en moto y uno más termino ahogado en la piscina de un hotel, lo que me apena más es decir que mi amiga Dilia se quedo dormida por culpa de unos tragos, en su apartamento mientras un incendio hacia de las suyas (había olvidado apagar una hornilla de la estufa)... Por eso odio el licor y a veces cuando voy a beber volteo la botella y riego en el suelo un poco, en homenaje para los que no están más de este lado...
Mala cosa esa de andar produciendo y distribuyendo el veneno que los demás consumirán... eso que uno se ve bien "borracho" es falso, eso de que el licor "embellece, anima y calma" parece engañoso. Algún día ingresé a los Alcohólicos Anónimos y fui testigo de la versión de un hombre que lo perdió todo por su hábito...
Un día volqué la botella y me dedique a tomar en la misma botella "agua" y engañe a todos con mi sobriedad, baile, me divertí y al otro día me acorde del ridículo que hicieron los demás (no yo) y as fui feliz.
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