Encomendarse a un santo para no tener problemas con la elección sobre qué pinta ponerse para una salida suele ser una opción, bien se dice que las mujeres siempre tomamos las decisiones con el corazón, y nos predisponemos si por cualquier motivo nuestra decisión se torna en nuestra propia contra. Hoy por ejemplo no sé por quién es que votaré en las próximas elecciones y la cuestión aunque no quiera aceptarlo "es que me toca". Por allí se esmeran los partidos en decir que son la mejor opción y lo cierto es que la corrupción está ganando la partida, y yo no me jacto de ver a todos esos candidatos con problemas de obesidad o riqueza precoz. Elijo para mí este tipo de literatura y para deshonra de mi familia esta clase de pensamiento tan liberal, y sin color, como más se pueda y para mi pensamiento solo la línea conservadora de la figura, lo demás lo dejare a la peonza o la moneda o a la sub-secuencia de hechos que bien algún día escuche que "lo que es para una, es para una". Carpe Diem.
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