viernes, 27 de mayo de 2016

SEXO, SOLAZ Y SEDICIÓN: SUICIDAS EXPRESS

Por X

El arma tenia un seguro la dama no. 
Las Damas y las Armas por Xervantex

Siempre había que golpear el proveedor al final para que las balas se acoplarán, el corte y carga debían ser limpios y el sonido mecánico, perfecto, al disparar un clic disponía que todo iba en orden pero de vez en cuando una de las balas entraba mal y trababa el arma. Yo enamorado del Western portaba una pistola y no un revólver, pero es que no quería renunciar a una cadencia de fuego superior. Solo que basto una divina revelación: nuestro ejército era una manada de deprimidos y energúmenos fatalistas que usaron primero las armas contra sí mismos y se marcharon al viaje infinito de la muerte. Y entonces el único combate armado real que vivimos lo hicimos con balas de salva. Así que ni por protección vimos era correcto cargar con un arma que a todas estas nos tenía con los pantalones abajo por cargarlas entre el cinturón, y una tanda de eventualidades que podrían llamarse accidentes como si la magia negra hubiese actuado en nuestra contra, hacia que las armas se dispararan solas.

Lo único que hicimos fue apelar a otro sistema de defensa y entonces un día viendo la letra diminuta alguien se convenció de que era mejor la pluma que la espada...

Hoy estamos indefensos, nuestras armas se oxidaron ya y si apenas unos andan a cargar un corta uñas, pero en definitiva si portamos la pluma básica que sacudimos cada vez que aflora la injusta provocación.   

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