jueves, 25 de septiembre de 2014

LO ÚNICO QUE DEJO PARA MAÑANA ES MI MUERTE

Por Charlie

"Lo absurdo de vivir es precisamente la muerte" A. Camus

Son 38 años de su ausencia. De una tragedia que él mismo profetizó. Gonzalo Arango discípulo del Maestro Fernando González, sucumbía ante la nada que parece ser la muerte, en un accidente de tránsito sin tener oportunidad de decir otra cosa que "mierda"... Y quizá lo que deseó decir fue vida. Pero yo creo son la misma cosa: vida y mierda.

El gran logro de Arango es conjurar con su séquito de irreverentes apóstoles una filosofía existencialista que hoy sale a relucir cuando se fracasa o en circunstancias dramáticas: "nada tengo, nada soy", pero el amanecer místico y quizá meta-físico vaya más allá, porque el Nadaísmo representa una filosofía de la desesperación anticipando el ocaso que parece ser la muerte. Y ya esta demás ver como la mayoría vive empujados por la cascada que parece terminar en la muerte, no viven para sí mismos viven para otros.

El acto de hacer una revisión al modelo cultural de la época y liderar una revolución en la escala de valores supone una brillante manera hacer que la evolución tenga sentido, ¿Ya hace cuánto tiempo no hacemos lo mismo?, lo racional se fue a pique con los místicos juglares de la religión que vinieron con su inquisidora forma de acoplar un dios a los hombres y su Ley que prohibía lo más delicioso de la vida: la libertad. Vienen con sus complejos para ganarse a posteridad un puesto en el cielo, siendo que la salvación consiste en vivir decorosamente aquí.

Todo se ha consumado en célibes textos que solo promueven la duda, la validez del conocimiento y por sobre todo el logro de la experiencia... en últimas quizá el logro más efectivo del Nadaísmo es que nos está preparando para dar el paso hacia el otro lado, y hasta quizá profetizar nuestro último suspiro y tener para salvación nuestra el don de perder el miedo a voluntad.

Gloria eterna a nuestro Profeta de la oscuridad nueva.     

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