sábado, 18 de enero de 2014

Vivimos al ritmo de la nada

Por MALEV

Locación: Un tobogán averiado
Personajes: César, Charlie, Tapita, Karina, Padre Antonio

CÉSAR: A mi el Nadaísmo me libro de tener que explicar por que soy así...

CHARLIE: El logro más representativo del Movimiento es haber libertado conciencias...

TAPITA: Si, y también haber diagnosticado "la vida", hay gente que vive de ilusiones...

PADRE ANTONIO: Gonzalo Arango es un ejemplo, fue un hombre dispuesto a la conversión...

CÉSAR: Y yo creía que la vida era un goce total, que el dinero estaba para gastar, que las mujeres para abusar, que el prójimo para explotar, que la moral solo servía de adorno...

PADRE ANTONIO: Menos mal tomaste el camino correcto... (Señala a una chica que se acerca a César y le da un beso)

KARINA: Nos fue mal, el tobogán lo arreglan mañana...

CÉSAR: (alistándose) A mi no me dañan el paseo, me voy a tirar así no haya agua... (se va, Karina corre detrás)

CHARLIE: Del peor de los vicios escogimos el mejor: vivir...

TAPITA: Al Nadaísmo le debo no haberme matado, cuando leí en el manifiesto "prohibido suicidarse" fue como si hubiese nacido de nuevo...

PADRE ANTONIO: Las buenas cosas suceden hijo...

De repente un encargado alerta de que una pareja se filtro al tobogán y se acaba de salir de una curva sin retorno, dice que los dos perecieron... 

Todos se precipitan a ver la escena de dos locos cayéndose a carcajadas por la broma se trata de César y Karina, que para envidia de todos se vuelven a besar, y el padre Antonio entonces serio como es, dice facultado por la providencia "mañana los caso" todos ríen entonces. 



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